9 de mayo de 2025

Paranoia religiosa con pistola


Éramos pocos en el cine, alrededor de catorce personas. El silencio fue la nota predominante en la sala durante la proyección de la película iraní,"The Seed of the Sacred Fig" (La semilla de la higuera sagrada), dirigida por Mohammad Rasoulof
A mí me sorprendió gratamente tanto la historia como el aspecto formal de la película. Se trata de algo distinto a las películas familiares que suelen arrasar en taquilla; aquí, la familia se presenta inicialmente como una estructura perfecta que se desintegra al final, mientras que en las películas más taquilleras la familia sufre una crisis al principio, pero siempre termina unida y sin fisuras emocionales.

Me gusto.

  • La integración en la trama de imágenes grabadas con teléfonos móviles de los disturbios callejeros. Las protestas registradas por mujeres con sus propios móviles son parte de la historia, del lenguaje de la película.
  • La propuesta visual parece un western en la última parte del film. En estas secuencias, la aridez del terreno subraya lucha interna de los personajes, como si se tratara de una película del oeste rodada en el arenoso desierto de Almería.
  • El guion me pareció destacable por algunas cosas:
    • La historia constata la dificultad de imponer la religión como única guía de vida y las contradicciones y frustraciones que esto conlleva.
    • La importancia de un objeto, una pistola, y cómo se utiliza de metáfora y de elemento para construir continuos giros argumentales.  
  • La secuencia en la que la madre extrae del rostro de una joven varios perdigones –la policía le ha disparado y los pequeños trozos de metal se han incrustado en su rostro, siendo retirados uno a uno– es fuerte, casi gore, pero emocionalmente muy impactante.

No me ha gustado

  • Que no se traduzcan algunas de las canciones, cuyo significado es importante para la trama. 
  • Tampoco me convencieron algunos primeros planos, demasiado cerrados, realizados con teleobjetivo que, en mi opinión, distancian un poco al espectador, cambiando dramatismo por un cierto aire de glamur en la historia.

La película es compleja y tiene una duración cercana a las dos horas y media. Por momentos resulta un poco lenta. Sin embargo, me ha parecido excelente la historia, cómo cuenta la descomposición de la unidad familiar, paralela a la deshumanización de una sociedad que se estructura en torno a los dogmas religiosos. Todo ello contado con metáforas visuales contundentes, como es la pistola que hace dueños de la muerte  a quienes la poseen, aunque no la utilicen.